El tiempo nos consume, nos burla.
Nos agobiamos.
Las palabras nos asustan.
el no entender nos abruma y nos esconde.
(¿tanto coraje hará falta para preguntar?)
La tristeza nos retuerce y nos hace un poco más egoístas cada vez.
Reir a carcajadas!, sí, cuanto quisieras reir a carcajadas!
pero tu mano tapa tus labios, borrando tu inocencia.
Siempre, tus manos, esconden tus pudores.
El fuego no cesa a lo alto del horizonte, en una ciudad con millares de luces estridentes, dentro de LA ciudad.
Ese fuego que sigiloso y eterno nos va consumiendo de a poco.
Ese fuego que me hipnotiza, que nunca puedo dejar de mirarlo.
Ya nadie se detiene en él, se ha vuelto parte del paisaje,
como todo lo demás.
5 comentarios:
(¿tanto coraje hará falta para preguntar?)
te aseguro que a veces si.
te quiero.
gracias por tu comentario, ahora me voy a hojear tu blog, qe tiene muy buena pinta :)
pero tengo curiosidad, cómo has llegado hasta haciéndomeladormida??
Y esto tiene mucho que ver con el silencio del que hablé en mi penúltimo post.
muy buen escrito...me siento identificada...me gusta tu espacio...saludos!
hey, por nada!...te agregué a mi lista de blogs...beso!
Publicar un comentario