Querés bailar?
Dale, vení, vamos a bailar. La música ya empezó a sonar. Esta noche, baila toda la noche conmigo, por favor...qué, que quieres sentarte un rato? No, vamos a bailar, la música está sonando, no podemos quedarnos quietos...los pasos, hoy no importan, simplemente bailemos...
que quieres tomar algo? No, no entiendes que vamos a bailar? No podemos frenar, no tiene sentido, hay que bailar, vamos, vamos a bailar...o acaso es que no quieres bailar conmigo? Qué dices? Que necesitas descansar...claro, descansar de mí? Porque yo te invité a bailar, y no quieres hacerlo...vamos, dale, bailemos. Esta noche. Bailemos, siente la música, pegate a mi pecho, dejame guiarte, bailemos.
 Que ya no quieres bailar? que no puedes seguir el ritmo? que ya no? Que sucede, si te invité a bailar, yo no te obligué, que tu aceptaste sin mas, que te cansaste en la cuarta pieza, que te lleve a tu casa? Sí, claro...no, yo quiero bailar, que me calme? Que estoy acelerado? Que quizás mañana sí bailemos mejor? Que lo arruiné? Que arruiné qué? Yo quise bailar, bailar toda la noche contigo, y vos...vos te cansaste del baile...
Yo quería bailar, que tu también? Que tu también pero que así no hay cuerpo que resista? Que tu también quieres seguir bailando, pero yo lo arruiné todo? Que te vas a tu casa, sí, está bien...

quizás mañana volvamos a bailar, y hasta podamos descansar, tomar algo y charlar...
eso sí, quieres?, sí, mañana, mañana lo bailaremos  mejor.

Que ando jodida eh...
bien jodida.
Jodida y radiante me encuentro
por estos momentos
que no hacen más que pensarte.

No te encuentro, no te veo.
Admito que tampoco te busco demasiado,
 porque creo que así lo prefieres.
Pero a mi me duele no saberte...
Me dan ganas de escucharte, de esperarte, de cruzarte.
Porque quiero que sepas que era lo que quería decirte,
y no que me dejaras así, sintiendome tan nada.
¿Tanto costaba que nos sentáramos a charlar un rato?

¿Sabes? lo siento, de verdad.
Siento que doliera, y que la distancia sea la salida.


Y si aun no sabes nada de mí, es porque simplemente, no me has dejado más opcion que ser invisible.

Hace rato que intento escribir
(te)
(nos)

y no me salen más que palabras en silencio que se quedan pensando y suspirando

Hagamos silencio,
Esperemos, vení, acerquémonos un poco más.

Escucha con atención...

algo se está rompiendo.

La siento en mis ojos, en mi cuerpo, en mis manos, en mi espalda, en mis piernas, en mis oídos, en mi pelo, en mi boca.
La siento cuando me distraigo, cuando me olvido de fingir, cuando me quito mis disfraces, cuando atraviesa mis corazas, cuando dejo de posar,  cuando estoy conmigo sin mas.
La siento y me inunda, recorriendo cada rinconcito y haciendo notar su presencia, mostrándome lo dificil que es alejarla, olvidarla
 Y en momentos así, donde empieza a abordar cada parte de mi, ya casi no entiendo.
Y se enrosca en mi voz, impidiéndome decirle algo coherente, entendible, de verdad. Entonces no sé que decir, no puedo decir.
(Ella sí sabe que decir, y empieza a aturdirme a susurros).
 Y poco a poco, va habitándome, y no sé si detenerme, abrazarla, dejandola ser, dejando que me llene, (consumiéndome)
o decirle que se vaya.
Si empezar a buscar motivos ingenuos que me ayuden a no hacerle caso, a restarle importancia, o caer rendida frente a tales encantos.
Ella entra, sin golpear, sin pedir permiso, entra, y arranca mis vestiduras, mis sombreros que cargué estos días, dejándome desnuda, vulnerable.
Las cosas comienzan a enredarse y enredarse por todos lados, me confundo, nos confundimos, nos mezclamos, nos dolemos y mis ojos cambian de color.
Cuando ella viene todo cambia de tonalidad, cuando cruza la habitación lentamente y con un dedo, suave, con todo el tiempo del mundo empieza a surcarme.
A desgarrarme.
 Es probable, que yo ya no esté ahí, que la habitación entera, ensombrecida, empiece a lloverse.

"Si el mundo fuera rojo

yo sería azul

siempre perdida..."

 (Pasa que a veces...los músicos dicen cantando, mejor que yo hablando. Y me tomo el atrevimiento de remixarlo y todo.)






 Tuve que enfrentarme a mi condición
En invierno no hay sol

Y aunque digan que va a ser muy fácil
Es muy duro poder mejorar
Hace frío y me falta un abrigo
Y me pesa el hambre de esperar

¿Quién me dará algo para fumar
O casa en que vivir?
Sé que entre las calles debés estar
Pero no sé partir

Y tal vez esperé demasiado
Quisiera que estuvieras aquí
Cerrarán las puertas de este infierno

 

 

 

 

Y es posible que me quiera ir

Te sentía caminar sobre mi cabeza
aplastando mis ideas, escupiendo  lo que sentía.
caminabas martillando lo que creía, pisoteando  lo que soñaba;
destruyendo lo que vivía, arruinando  lo que buscaba.
Tan solo pisoteabas mi cabeza y me retumbaban tus palabras,
apagando mis ideales, ignorando  mis creencias...
festejando por lo que hacías, riendo  por lo que ibas logrando
Caminabas riéndote de las palabras que había en mi cabeza
gastando mis sentimientos, humillando  mi existencia
ignorando mi dolor
simplemente te sentías feliz de arruinarme
 

Tan solo pisoteabas mi cabeza.
 

Secaste mis lágrimas que comenzaron a rodar de mis ojos
y te reíste de mi debilidad.

Rezongaste por mi ignorancia
Violando mi existencia

rompiste mi alma, cortaste  mi silencio, comiste  mi espacio llenándolo de dolor. Golpeaste mi mente, agujereaste  mi supervivencia, degradaste  mi enseñanza, mutilaste  mi cara con tus afiladas y duras palabras
riéndote, llorando, gritando, riéndote a carcajadas
a carcajadas,a carcajadas,a carcajadas
gritabas lo bien que me hacías,,me golpeabas y reías, llorabas y gritabas
ahorcaste mi cuello, cerraste  mis pulmones, asfixiándolos, me  zumbaban los oídos…

 

desgarraste mi cuerpo

 me sangraba el alma

¿Qué es lo que pensás sobre mí?¿qué puedo generarte yo a vos?¿Qué no te gusta de mí?¿qué  te gusta?
¿buscás algo en particular?¿Esperás algo? ¿Qué entendés? ¿Qué creés? ¿Qué encontrás? ¿Que me amás? ¿qué me odiás?
¿qué pensás sobre mí?
¿Qué te gusta de mí?

¿Qué no te gusta de mí? ¿Qué no te gusta?
Tan sólo decime lo que no te gusta de mí.

"viste, que se yo, es raro, a veces se vuelve inevitable. Por momentos quisiera detenerlo, pero no, no se puede. Así funcionan las cosas, así funciona, como un arrebato, sin freno, como un puño, dejándonos sin aire"

¿Qué mecanismo de defensa termina siempre ganándome la batalla contra mí misma, contra vos, contra todo lo que podríamos llegar a construir...?
¿Quién se encarga de susurrarme al oído que detenga los pies y gire tomando otro camino, asegurándome que por el que venía estaría lleno de cardos y espinas...?

¿A qué le tenemos tanto miedo? A qué realmente?