El prejuicio de inventarte
se comió la distancia de querer descubrirte...
Cuando empecé a conocerte ya era tarde para encontrarnos.
A mí me queda este recuerdo prematuro de la esencia,
vos te quedaste con la carne y el espíritu consumido, con la magia.
Voy a guardarme el fantasma de una voz, que en secreto, hago mía.
1 comentario:
hay cierto triste encanto en el destiempo de los tiempos, propios y ajenos, que nos hacen correr tan, tan lentamente....
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