lunes

Me acuerdo cuando encontramos esa casa abandonada, No tenía techo, 
pero tenía jardín, galería, y una arcada. 
Era fácil entrar porque no tenia rejas y tenia un patio adelante 
con esas puertas bajitas de madera con pilares de cemento blanco. Ese dia la sentí mía,
la quería para siempre.
Vos te reias un poco y te parecia un delirio. 
Pero yo estaba convencida de que de alguna manera me pertenecía
por haberla encontrado antes que nadie en la ciudad. Volvimos mas de una vez y la habitamos.
Despues la perdí,
jamás volvi a recordar sus calles exactas. 
Y como era tu barrio, tampoco quise volver a buscar demasiado. 
Porque así como con los amigos que se reparten cuando uno se separa, 
y perdemos algunos, también perdemos los barrios del otro.
Yo perdi tu barrio que sólo caminaba para llegar a vos,
perdi el parque que atravezaba y que tantas veces fue punto de encuentro, 
los micros que tomaba, esos perros que me ladraban, te perdi a vos y a la casa.
Vos seguias teniendolos porque eran tuyos antes de que yo llegara,
pero no la casa, 
esa vos también la perdiste, 
porque era mía 
y sé que tampoco te atreviste a buscarla
hubiese sido desleal de tu parte volver a ella sin mí
ya que la habiamos encontrado nosotras
y nosotras ya no existíamos .