Hacer
hacer por el disfrute mismo del hacer
Crear, hacer, dejar parte de unx cada vez
Hacer, avanzar haciendo y romper toda barrera que pretenda impedirnos seguir haciendo
Crear sin límites, buscar, buscar hasta encontrar.
seguir haciendo en el hacer, construirse en el mientras tanto
hacer tendiendo las manos, hacer nuevos lazos,
crear nuevos mundos, pequeños más grandes, sin fronteras
Reconocerse haciendo, siendo, muriendo, convenciéndose a cada paso.
Hacer con palabras, con los ojos, con las manos, con la voz, con el corazón, con la cabeza, con todo el cuerpo, con la sangre.
querer hacer, ser, entender que el hacer es movimiento, el movimiento es cambio que construye, resignifica, hasta hiere, hasta crece, y hay que moverse para ser, y seguir haciendo.
Haciendo con otros, con otros sin barreras y pura armonía desatada, hacer como si fuera música que envuelve, ser notas que suenan fuerte.
Hacer y que no importe planificar, porque lo espontáneo está pasando y está siendo, y es ahora.
Y así...cuando ya no pensemos en qué hacer, será cuando realmente estemos circulando y seamos haciendo continuamente
jueves
martes
Hay dìas en que pareciera que los edificios van a caerse encima nuestro.
En que las calles están llenas de escombros y el viento nos frena los pasos.
Las palabras que dicen los demás pierden total sentido y no hacen mas que taladrarnos los oídos.
el aire nos asfixia, las bufandas nos ahogan
Hay dìas en que el corazón se comprime y la cabeza late demasiado fuerte
sobran los cigarrillos y parecen ser los únicos compañeros existentes más allá de que lo que más necesitemos sea un par de brazos que abracen
Hay días donde no hay motivos porque sobran los motivos que andan raspando la garganta impidiéndonos entender(nos), comunicarnos...
En que las calles están llenas de escombros y el viento nos frena los pasos.
Las palabras que dicen los demás pierden total sentido y no hacen mas que taladrarnos los oídos.
el aire nos asfixia, las bufandas nos ahogan
Hay dìas en que el corazón se comprime y la cabeza late demasiado fuerte
sobran los cigarrillos y parecen ser los únicos compañeros existentes más allá de que lo que más necesitemos sea un par de brazos que abracen
Hay días donde no hay motivos porque sobran los motivos que andan raspando la garganta impidiéndonos entender(nos), comunicarnos...
hay días en que todo es demasiado
cualquier cosa se vuelve terrible
y el fatalismo es inminente
miércoles
Pasarte a buscar cuando salís de cursar. Cebarnos mates mientras estudiamos cosas aburridas. Que te rías de mis manías que no sabía que tenía. Reírme de tu locura, que te rías de la mía y que amemos nuestra locura. Dormirme acariciando tu pelo. Hacer malabares con nuestros horarios para poder vernos y para no asfixiarnos. Leerte los silencios. Mirar películas increibles, y películas pésimas. Darte la mano y caminar. Saber cuando tenemos que irnos sin siquiera decirlo. Que cocinemos. Ayudarte a afrontar miedos. Amarte siendo con otros. Leerte cosas y avergonzarme un poco. Querer viajar con vos. Escribirte cartas y no dártelas. encontrarte una noche en la plaza y andar en bicicleta. Emborracharme, emborracharme de risas con vos. Que me enamores cuando estás desquiciada. Tu nombre. Prestarte libros y leer los tuyos. Abrazarte. Que me cuentes sobre gente que te encanta y gente que no. Contarte miles de cosas. Que te enojes cuando me distraigo con tus manos y no te presto tanta atención. Charlar panza al techo. Proyectar para mañana. Que conservemos ciertos misterios.Sorprenderme cada día de vos. Que te enojes porque llego tarde y te alegres con el primer mate. Llamarte en mitad de la noche para ver una peli del Freak que ya empieza.Volverme torpemente cursi. Que me hables de cosas que no entiendo y busques mil formas de explicármelas. Volar con vos. Recordarte en esas cosas tontas que me gustan y que a veces son las fundamentales. .
martes
miércoles
cuanto más nos conocemos, más corazas atravezamos.
Poco a poco vamos librándonos de nuestras capas, nuestros escudos y así dejamos translucir nuestras verguenzas más profundas, nuestros temores, nuestras bajesas, nuestros defectos
Poco a poco vamos librándonos de nuestras capas, nuestros escudos y así dejamos translucir nuestras verguenzas más profundas, nuestros temores, nuestras bajesas, nuestros defectos
nuestros defectos
y es ahí cuando llegamos a un punto tal en el que hemos colado tan hondo en el otro, que lo sabemos y lo sabemos de verdad.
nos sabemos
y cuanto más y más conozco sus defectos, que bien podrían ser meras cualidades o hasta virtudes, es cuando más quiero, mas banco, mas elijo a ese alguien, conviertiéndose así, en uno de mis Seres Especiales
jueves
A veces la gente dice que si hay amor lo demás no importa, mientras nos amemos todo va a estar bien, y por mas que crea en eso, esta vez no. Esta vez las circunstancias son mas fuertes y no es justo para ninguno hacernos tanto daño.
Quizás te parezca una salida fácil, de puro egoísmo, sí, quizás tengas razón. Pero yo tomé esta decisión pensando plenamente en vos, realmente, pensé en vos, en los dos. Y aunque me duela, y ni siquiera nos dé la posibilidad de mirarnos, de equivocarnos, sé que es lo mejor.
Porque yo no quiero que vengas, no hoy. Hoy todo es demasiado terrible como para que estés, como para que me habites. Porque yo no quiero que me veas así. Yo no estoy bien, vos lo podés sentir, lo sé. Yo quisiera poder estar bien con vos, para vos, para vos y para mí, pero si sé que venís necesito estar el doble de bien. Pero…¿ sabés cuál es el problema? No hay médicos reales que puedan sanarme, no, no los hay, por mas de que digan que sí, no los hay. Necesito hacerlo sola. Y voy a confesarte algo, saber de vos me ayuda a sanar, aunque no sepa qué hacer con vos y me desborde la idea de que existas.
Dejarte pasar, simplemente alargaría el momento en que tendríamos que separarnos, y todo lo increíble que pueda sentir hacia vos, hoy solo se convertiría en dolor, en doloroso terror aplastante, un poco de odio tal vez, y pronto nos obligarían a hacerlo, a alejarnos, alegando que es “por nuestro bien”.
Vos no me merecés, no te merecés alguien como yo, sos demasiado hermoso y demasiado frágil como para aferrarte de mi mano. Y yo…yo no podría, y vos lo sabés, por mas de que seas lo más maravilloso que me haya pasado.
Debo serte sincera, quiero serlo, (para serme un poquito mas sincera cada vez), aunque ya no nos veamos, no nos escuchemos la voz y nada sepas de mí, me encantaría que me acompañaras por el resto de mi vida, me encantaría aprender a amarte y que nos hagamos bien, realmente, me encantaría, serías la primera persona que sincera y desprejuiciadamente, me querría.
Mi amor, espero alguna vez podamos perdonarnos, pero nuestro futuro compartido quedará sólo en sueños, la realidad es demasiado dura desde este lado como para dejarte recorrerla.
No puedo mi amor, no puedo con vos, no podría darte ni hacer todo eso que te mereces y necesitas. No puedo con vos, ni siquiera puedo conmigo misma…
Y por mas de que digan lo que digan, porque…que piensen lo que quieran de mí! Pero que no se atrevan nunca a decir que no me importaste, y que no pensé en vos, porque desde el primer segundo en el que supe de vos te pensé, te imaginé y decidí.
Te amo por sobretodo, por sobre todas las cosas que tengo o podría querer.
Pero…acá, donde estoy, no llega la luz del sol, y no quisiera que vivieras conmigo entre las sombras. Vos tenés que reír, que explorar, que ser, y acá, acá eso no existe y yo no puedo inventarlo
Yo sé que algún dia lo entenderás, espero que cuando esté bien, vuelvas, aunque sé que no serás vos, habrá un poco de vos en este nuevo ser.
Yo sé que voy a recordarte por el resto de mi vida, espero algún dia, deje de dolerme tu recuerdo
Quizás, sea una idiotez, quizás todo esto no tenga ningún sentido, seguramente nunca lo entiendas, porque ni siquiera te dejo esa posibilidad.
Pero necesitaba decírtelo, que lo sepas, necesitaba contarte antes de sacarte totalmente de mi vida. Entiendo, también, que nunca vayas a leerlo, pero, escribirlo es una forma de sacarlo, de estallar, y necesito estallar con vos.
Necesito decirte, que sepas que te amaba, necesito abrazarte, despedirme,
morirme un poquito con vos.
viernes

Sigo dando vueltas por la ciudad
a veces son estrellas y otras mar
las calles escaleras a ningún lugar
y es dificil viajar con tanto caudal
la luna se ríe y quiere llorar
la constelación fría me quiere llevar
y yo me enriedo con tanta razón
a veces encuentro atajos azules
pero solo quiero paisajes de nubes
y sigo dando vueltas por este callejón
en este mundo viejo que nadie escarvó
yo me pregunto a dónde voy
(yo me pregunto a dónde irás)
Hay tantas salidas que parecen mentir
solo espero encontrarme alla
y así poder sentarme a descansar
despertame mañana que hoy me quiero ir
dejame un ratito viajando por ahí
que estoy muy adentro y es dificil ver
las puertas se cierran para volverse a abrir
no te preocupes, ya voy a salir
(no te preocupes, ya vas a salir)
(pintura de Melom)
Estoy un poco cansada de que mi cabeza se detenga en lo mismo, una y otra y otra vez. Me siento hasta un poco imbécil por caer en el simplismo de la falta y la necesidad, de las cartas rosas del periódico más banal, del llanto promiscuo ante la envidia del amor correspondido y ajeno, la repulsión ante las palabras más triviales y cursis, pero el anhelo escondido de que me sean dichas
Te extraño, la puta madre, te extrañoojalá no tuviera que andar gastando tinta en escribir esto, pero mi cuerpo se ha colmado de tanto sentimieno aplastante que bueno…la única forma es que quede en el cuaderno… vos fijate. Y no quiero extrañarte, no quiero sentir esto que invade cada extremidad de mi cuerpo, cada recoveco, y que lo paralizan, porque sí, el extrañar me paraliza, me desgarra, me horizontaliza y hasta me quita el hambre. Me hace sentir tan vacía, porque no es solo por extrañarte, sino que ese es el puntapié inicial a un compendio de sentimientos que no puedo sobrellevar y que como tormenta arrasan con todo, con cualquier tipo de raciocinio y entonces no puedo, no puedo nada, y una cosa lleva a la otra, y lo único que me dejan es este vacío, esta nada, este sentirme tan inútil, tan inútil este desgarro, este sentimentalismo enceguecedor.
Pero no puedo, no puedo hacer otra cosa mas que vivirlo, y vivirlo con todo el cuerpo, la mente, el corazón, el estómago, la cabeza, la garganta, y me raspa el paladar y me colma los ojos que empiezan a desbordar, tan imcomprensibles, tan desconcertadas todas y cada una de mis partes.
Es incomprensible como este sentimiento desgarrador e infantiloide me atreviese de tal manera que acabe con todo lo demás, con toda esta vida y me deje tan sin ganas, tan resignada, tan fría, tan endeble, tan débil, tan pequeñita.
Porque no puede ser así, entendés, no puedo seguir con esto, no con tanto por ver alrededor, pero no puedo, esto se come todo.
No puedo seguir sabiendo que tu desamor me desdibuja
viernes
miércoles
martes
Me dí cuenta de algo, sí, bueno, quizás es tarde para vos. Pero no, no lo es, todo tiene un proceso, y el mío lo tuvo hasta hoy, con todo lo que eso conlleva, pero hasta hoy.
¿Vos podés decirme cuándo es tu hoy?
Bueno, a mí me llevó hasta hoy entenderlo, y ya no importa si para eso pasaron dias, meses, años, una, dos, miles de personas, paisajes y situaciones, llantos y risas, poque tengo el hoy, y necesité de todo este tiempo para tenerlo bien de la mano.
Este hoy que dice no más del ayer, el hoy con una certeza, al menos una, y que cambia, no el pasado, pero que viene a resignificarlo.
Y el hoy trae palabras, preguntas, muchas preguntas, búsqueda de respuestas. Mi hoy quiere entender y no quiere callar.
El hoy viene con mucho ruido. Hoy supe que no quiero seguir arrepintiendome del silencio, sino, si de algo he de arrepentirme quizás es del sonido mal tocado. Por eso este hoy me trajo todos los por qués de cuando me atrevía a desperdigarlos sin ton ni son, toda la tranquilidad de poder entender puntos de vistas ajenos incomprensibles, me trajo también el coraje para agarrar la mano cuando quieran voltear sin decir chau y un puñado de besos que arrebatadamente nunca me animé a dar.
El hoy también me quitó un poco los prejuicios de los actos impulsivos, y me alivianó el peso al dejar atrás las explicaciones que nadie me pidió. Me aligeró de mis orgullos, se llevó las máscaras, se robó todas mis frases bien ordenadas y cordiales, y el miedo al decir.
(El hoy, arregló los hilitos que sostenían mi cabeza, para que no ande más gacha aceptando cualquier cosa ajena)
También, y esto lo dejo yo por convicción, en el pasado entierro el pensar en lo que sucederá y no actuar, y por sobretodo mi propia especulación ajena sobre lo que los demás creerán de mis actos.
Y es hoy, en el que me siento, a tomarme un café, despojándome de las corazas de cristal, en este bar que inventé, a reconciliarme con mis viejos amantes. Sin buscar, en realidad, reconciliaciones sino últimas charlas, esas que nunca hubo . Esas respuestas que nunca hallé, ni hallamos, y esas preguntas que nunca hicimos porque era más fácil huir. Pero no hoy, hoy no quiero huir, hoy freno y te pido que vengas, y te sientes, con tranquilidad, que nadie viene acá a reprochar, ni a cambiar rumbos, simplemente a poder mirarnos a los ojos y a entender.
A entender, y a hacer este hoy, un poquito más liviano.
¿Vos podés decirme cuándo es tu hoy?
Bueno, a mí me llevó hasta hoy entenderlo, y ya no importa si para eso pasaron dias, meses, años, una, dos, miles de personas, paisajes y situaciones, llantos y risas, poque tengo el hoy, y necesité de todo este tiempo para tenerlo bien de la mano.
Este hoy que dice no más del ayer, el hoy con una certeza, al menos una, y que cambia, no el pasado, pero que viene a resignificarlo.
Y el hoy trae palabras, preguntas, muchas preguntas, búsqueda de respuestas. Mi hoy quiere entender y no quiere callar.
El hoy viene con mucho ruido. Hoy supe que no quiero seguir arrepintiendome del silencio, sino, si de algo he de arrepentirme quizás es del sonido mal tocado. Por eso este hoy me trajo todos los por qués de cuando me atrevía a desperdigarlos sin ton ni son, toda la tranquilidad de poder entender puntos de vistas ajenos incomprensibles, me trajo también el coraje para agarrar la mano cuando quieran voltear sin decir chau y un puñado de besos que arrebatadamente nunca me animé a dar.
El hoy también me quitó un poco los prejuicios de los actos impulsivos, y me alivianó el peso al dejar atrás las explicaciones que nadie me pidió. Me aligeró de mis orgullos, se llevó las máscaras, se robó todas mis frases bien ordenadas y cordiales, y el miedo al decir.
(El hoy, arregló los hilitos que sostenían mi cabeza, para que no ande más gacha aceptando cualquier cosa ajena)
También, y esto lo dejo yo por convicción, en el pasado entierro el pensar en lo que sucederá y no actuar, y por sobretodo mi propia especulación ajena sobre lo que los demás creerán de mis actos.
Y es hoy, en el que me siento, a tomarme un café, despojándome de las corazas de cristal, en este bar que inventé, a reconciliarme con mis viejos amantes. Sin buscar, en realidad, reconciliaciones sino últimas charlas, esas que nunca hubo . Esas respuestas que nunca hallé, ni hallamos, y esas preguntas que nunca hicimos porque era más fácil huir. Pero no hoy, hoy no quiero huir, hoy freno y te pido que vengas, y te sientes, con tranquilidad, que nadie viene acá a reprochar, ni a cambiar rumbos, simplemente a poder mirarnos a los ojos y a entender.
A entender, y a hacer este hoy, un poquito más liviano.
sábado
El silencio no me consume, lo prefiero muchas veces, y frente a muchas personas. Pero no lo prefiero con vos, no constantemente, a vos quiero decirte, quiero hablarte, quiero contarte, charlarte y escucharte.
Contarte de mi infancia en fotografías amarillas con trenes y vestiditos, de mis hermanos-compañeros, de esos que no se reemplazan y que como superheroes, no siempre se los ve, pero aparecen sin que les diga para invitarme a tomar aire cuando más me asfixio
De mis viejos amores, esos insignificantes y lindos de antaño, o esos más importantes que dejaron su marca pero ya son parte del paisaje (y de mí) y de cómo mi bicicleta andaba buscándome mientras yo distraída enfocaba para cualquier lado sin notar lo cerca que estaba.
Alguna noche hablarte del fuego que a veces reaparece, y viene, con los mismos gritos, con la misma angustia, y la parálisis. Y mis ojos se pierdan húmedos, con las llamas, y mi parálisis.
También me gustaría que vayas descubriendo poco a poco, sin que te las diga concretamente, esas nimiedades de lo cotideano que tanto me gustan, como descubrir el punto justo del café con cacao y canela, mojarme los pies con el rocio del pasto por la mañana, unos buenos mates después de comer, las brisas suavecitas, tomarme un vaso de yogur fresquito, los escalofríos...y no te digo más, porque quiero que las descubras vos.
De mis angustias, no cabe duda que también te voy a contar, y hasta quizás tiemble de impotencia, como así también llore alguna que otra vez, al hablar de las maravillas que el mundo me anda ofreciendo y compartiendo.
Hay cosas que no te voy a contar. Cosas que me las quedo para mí, como aquél domingo de abril...
Y panza arriba, mientras ensortijo tu pelo, reirnos a carcajadas y contarte mil historias, que viví, que inventé o que quiero vivir, no va a importar qué sean, porque lo más importante, verdadero y lindo que tenemos son nuestras palabras y todo lo que podemos charlarnos con ellas.
Contarte de mi infancia en fotografías amarillas con trenes y vestiditos, de mis hermanos-compañeros, de esos que no se reemplazan y que como superheroes, no siempre se los ve, pero aparecen sin que les diga para invitarme a tomar aire cuando más me asfixio
De mis viejos amores, esos insignificantes y lindos de antaño, o esos más importantes que dejaron su marca pero ya son parte del paisaje (y de mí) y de cómo mi bicicleta andaba buscándome mientras yo distraída enfocaba para cualquier lado sin notar lo cerca que estaba.
Alguna noche hablarte del fuego que a veces reaparece, y viene, con los mismos gritos, con la misma angustia, y la parálisis. Y mis ojos se pierdan húmedos, con las llamas, y mi parálisis.
También me gustaría que vayas descubriendo poco a poco, sin que te las diga concretamente, esas nimiedades de lo cotideano que tanto me gustan, como descubrir el punto justo del café con cacao y canela, mojarme los pies con el rocio del pasto por la mañana, unos buenos mates después de comer, las brisas suavecitas, tomarme un vaso de yogur fresquito, los escalofríos...y no te digo más, porque quiero que las descubras vos.
De mis angustias, no cabe duda que también te voy a contar, y hasta quizás tiemble de impotencia, como así también llore alguna que otra vez, al hablar de las maravillas que el mundo me anda ofreciendo y compartiendo.
Hay cosas que no te voy a contar. Cosas que me las quedo para mí, como aquél domingo de abril...
Y panza arriba, mientras ensortijo tu pelo, reirnos a carcajadas y contarte mil historias, que viví, que inventé o que quiero vivir, no va a importar qué sean, porque lo más importante, verdadero y lindo que tenemos son nuestras palabras y todo lo que podemos charlarnos con ellas.
lunes
En La Plata eh!
Sandra llega desde Perú a La Plata el 28 de Octubre de 2006, para estudiar Enfermería y Medicina. El viernes 16 de febrero de 2007 cerca de las 15 llega al edificio en reparación del ex Archivo del Ministerio de Economía (hoy ARBA)acompañada por Walter Silva de la Cruz, por una supuesta entrevista de trabajo. Sandra no regresa a la pensión donde vivía, y su novio acude a la comisaría 1° para denunciar su desaparición pero no le toman la denuncia. El 22 de Febrero de 2007, seis dias después, encuentran en este edificio el cuerpo de Sandra, violada y asesinada.
jueves
"la habitación siempre fue tan gris
pero nos olvidamos, la ventana abierta
y de pronto el Sol, esta noche nos despierta"
y aunque me hables de fantasmas
yo no los logro ver
que con tus vidas pasadas, yo no caminé
pero si aparecen ahora, quiero invitarles un café
y descubrir poco a poco
lo que tengan que contar
se que por las noches
tu cuerpo tiembla de terror
que la lluvia es intensa
y hace tiempo no cesa
Que no sabes qué camino tomar
y te es mas simple a todos alejar...
pero vos no te das cuenta lo que generás
que si te estoy cantando
por algo será
que tu cuerpo se mueve
y yo quiero bailar
que me dejás tranquila
y me liberás
y que yo solo quiero
con vos estallar
martes
Hablar sin darle tantas vueltas
Decir, aún cuando las ideas andan desordenadas
Abrazar sin pensar en posiciones
caminar sin diagramar caminos
buscar, sin andar revolviendo cada rincón
Dibujar sin tanta lección aprendida
escuchar prestando atención
escribir, sin detenerse en buscar palabras emperifolladas
simplificar, sabiendo simple lo complicado
Entender significados, sin tanto diccionario
Vivir convencido, sabiendo equivocarse
Actuar, sin pensar en finales futuros
Reir, sin taparse los labios
Amar sin fijarse en normas preestablecidas
Dejar de andar frenando los impulsos
Ser sin tener(se) tanto miedo
martes
Escucho tus palabras, escuché tus palabras
indirectamente me mostraban verdades absolutas
las verdades del mundo
Escucho tu risa, escuché tu risa
burlandose, de mis convicciones.
Escuché tu experiencia, mostrándome
los callos de tus pies, y los caminos que recorrieron
mostrandome ese camino fértil
Escuché, escucho, tus obviedades
tus enseñares, tus resignaciones.
Escuché, escucho, con tus aires de grandeza
tus suspiros de desahucio
tu convicción en tener que seguir ese designio
ese, no otro, ese, al que tan bien tus ojos se acostumbraron a ver
Te escucho, te escucho...
Y lo único, lo único que vas conseguiendo
Es que mis pies se afirmen más a esta tierra
esta de abajito, que no es el camino
ese del que tanto te llenas la boca
cuanto más y más digas
mas seguridad me das de no hacerte ni mero caso
y quedarme tranquila y feliz con éste, éste que ando eligiendo
construyendo
pese a todo.
Pese a las vanalidades que digas sobre éste
Sobre su endebilidad, su escacez, su "improductividad", su infertiilidad
su nada
(Pero TU nada, es MI todo.)
te escucho, te escucho
y en silencio vuelvo a elegir el camino equivocado con más fuerza...
indirectamente me mostraban verdades absolutas
las verdades del mundo
Escucho tu risa, escuché tu risa
burlandose, de mis convicciones.
Escuché tu experiencia, mostrándome
los callos de tus pies, y los caminos que recorrieron
mostrandome ese camino fértil
Escuché, escucho, tus obviedades
tus enseñares, tus resignaciones.
Escuché, escucho, con tus aires de grandeza
tus suspiros de desahucio
tu convicción en tener que seguir ese designio
ese, no otro, ese, al que tan bien tus ojos se acostumbraron a ver
Te escucho, te escucho...
Y lo único, lo único que vas conseguiendo
Es que mis pies se afirmen más a esta tierra
esta de abajito, que no es el camino
ese del que tanto te llenas la boca
cuanto más y más digas
mas seguridad me das de no hacerte ni mero caso
y quedarme tranquila y feliz con éste, éste que ando eligiendo
construyendo
pese a todo.
Pese a las vanalidades que digas sobre éste
Sobre su endebilidad, su escacez, su "improductividad", su infertiilidad
su nada
(Pero TU nada, es MI todo.)
te escucho, te escucho
y en silencio vuelvo a elegir el camino equivocado con más fuerza...
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