viernes



Otra vez el mismo café de siempre, negro para mí, capuchino para vos.
Azúcar para los dos, tres para mí, dos para vos.
Miro el reloj, justo a tiempo, pedís algo de comer, algo poco…abrís las páginas y me preguntás algo.
Algo a lo que puedo contestar mecánicamente, impersonal y con facilidad; de todas maneras ya estás dentro de las líneas y no oyes mi voz…
Agarro mi libreta, con la birome en la mano…
Te observo…te contemplo desde este lado del mundo…el océano nos congela el cuerpo y el corazón pronto a entumecerse por completo…
Te observo y creo que te desconozco….tanto tiempo pasó…
Miro a través de ti…cuanto hemos cambiado…
Me pregunto… ¿qué ha pasado?
¿Era esto lo que habíamos soñado?
¿Esto era lo que pensábamos al decir “sí” aquella lejana vez?
La nostalgia comienza a asediar todo mi cuerpo, un gusto extraño me invade la garganta y llega hasta mis ojos, irritándolos...
¿Dónde estás? ¿Dónde estoy? ¿Dónde estamos?
¿Tanto de cierto había en eso de que el tiempo destruye todo y que a pesar de los cambios nada es eterno?
Te miro fijamente…
Te busqué debajo de todo tu disfraz, te busqué como hace tiempo, me busqué en tu cuerpo, busqué indicios míos en vos, busqué indicios tuyos en vos…en vano…nada encontré…
Miré hacia la ventana. La gente corría escapándose de la lluvia torrencial que se había desatado sin que vos y yo nos diéramos cuenta…
Llueve…pronuncié casi como un quejido…casi con tristeza, sin saber bien el motivo…
Levantaste la mirada y me sonreíste, al mismo tiempo que agarraste mi mano, tan dulcemente que casi lloro…en medio de este silencio tan nuestro…
Era tu sonrisa fresca de antes, era tu mirada divertida y soñadora de aquel tiempo añejo….
Salgamos, me dijiste entre sonrisas expectantes, te invito a bailar. Te levantaste, sin soltar mi mano. De un salto me incorporé con sorprendido éxtasis.
El café quedó atrás, junto a todas nuestras corazas.
Nadie mas que nosotros, una pista que nos esperaba. La música que empezó a sonar siguiendo el movimiento de tu cuerpo. Bailamos lentamente y luego con más frenesí. Sola girabas en círculos, con la cabeza hacia arriba, mientras la lluvia violentamente te corría el maquillaje, sin que te importara…
Reíamos a carcajadas, nos abrazamos, totalmente empapados, y nos besamos con una dulzura poco imaginable…
La lluvia crecía proporcional a nuestra alegría….
Te observé y te reconocí…hacía tanto no te encontraba…respiré hondamente y lloré con ganas…riendo con locura…
Riendo me preguntaste “¿estás bien? ¿Qué pasa?”
“mejor que nunca…acabo de recordar cuanto te amo”
Me miraste tontamente y me besaste “de eso nunca nos olvidamos” me susurraste al oído.

Me acordé de la agenda y la birome, de mis anotaciones y obligaciones y la cuenta sin pagar que habíamos olvidado en el bar…

Pero en aquel instante de revivir, nada mas importó que bailar hasta que el agotamiento nos invitara a dormir….

A dormir sonriendo….

4 comentarios:

a gus ti na dijo...

bueno, si, la salvedad de la pantalla, y después?

"vamos, cambiemos las cosas de una vez por todas"

Descongelando Sonrisas dijo...

ves, algo así me imagino yo. Esa sensación de cuando te agarro la mano, esa sensación hermosa de que un sentimiento adentro tuyo te invade y te supera. No te habita una persona, sino el sentimiento de esa persona. No es posesión, sino algo que va más allá del plano humano, y que no entiendo de leyes o costumbres, no entiende posesion o de celos, sino solo de amor.

bueno, algo asi :)

Violeta dijo...

Precioso!
Y después que??? Volvieron o jamas se volvieron a ver?

Val dijo...

Ay ay ay!! Algo así me pasó. Tuve la dicha de vivirlo. Te invito: http://valebecker90.blogspot.com/2010/02/gota-gota-no-puede-ser-mas-perfecto.html