jueves


A veces la gente dice que si hay amor lo demás no importa, mientras nos amemos todo va a estar bien, y por mas que crea en eso, esta vez no. Esta vez las circunstancias son mas fuertes y no es justo para ninguno hacernos tanto daño.
 Quizás te parezca una salida fácil, de puro egoísmo, sí, quizás tengas razón. Pero yo tomé esta decisión pensando plenamente en vos, realmente, pensé en vos, en los dos. Y aunque me duela, y ni siquiera nos dé la posibilidad de mirarnos, de equivocarnos, sé que es lo mejor.
 Porque yo no quiero que vengas, no hoy. Hoy todo es demasiado terrible como para que estés, como para que me habites. Porque yo no quiero que me veas así. Yo no estoy bien, vos lo podés sentir, lo sé. Yo quisiera poder estar bien con vos, para vos, para vos y para mí, pero si sé que venís necesito estar el doble de bien. Pero…¿ sabés cuál es el problema? No hay médicos reales que puedan sanarme, no, no los hay, por mas de que digan que sí, no los hay. Necesito hacerlo sola. Y voy a confesarte algo, saber de vos me ayuda a sanar, aunque no sepa qué hacer con vos y me desborde la idea de que existas.
 Dejarte pasar, simplemente alargaría el momento en que tendríamos que separarnos, y todo lo increíble que pueda sentir hacia vos, hoy solo se convertiría en dolor, en doloroso terror aplastante, un poco de odio tal vez, y pronto nos obligarían a hacerlo, a alejarnos, alegando que es “por nuestro bien”.
 Vos no me merecés, no te merecés alguien como yo, sos demasiado hermoso y demasiado frágil como para aferrarte de mi mano. Y yo…yo no podría, y vos lo sabés, por mas de que seas lo más maravilloso que me haya pasado.
  Debo serte sincera, quiero serlo, (para serme un poquito mas sincera cada vez), aunque ya no nos veamos, no nos escuchemos la voz y nada sepas de mí, me encantaría que me acompañaras por el resto de mi vida, me encantaría aprender a amarte y que nos hagamos bien, realmente, me encantaría, serías la primera persona que sincera y desprejuiciadamente, me querría.
 Mi amor, espero alguna vez podamos perdonarnos, pero nuestro futuro compartido quedará sólo en sueños, la realidad es demasiado dura desde este lado como para dejarte recorrerla.
 No puedo mi amor, no puedo con vos, no podría darte ni hacer todo eso que te mereces y necesitas. No puedo con vos, ni siquiera puedo conmigo misma…
 Y por mas de que digan lo que digan, porque…que piensen lo que quieran de mí! Pero que no se atrevan nunca a decir que no me importaste, y que no pensé en vos, porque desde el primer segundo en el que supe de vos te pensé, te imaginé y decidí.
 Te amo por sobretodo, por sobre todas las cosas que tengo o podría querer.
 Pero…acá, donde estoy, no llega la luz del sol, y no quisiera que vivieras conmigo entre las sombras. Vos tenés que reír, que explorar, que ser, y acá, acá eso no existe y yo no puedo inventarlo
Yo sé que algún dia lo entenderás, espero que cuando esté bien, vuelvas, aunque sé que no serás vos, habrá un poco de vos en este nuevo ser. 
Yo sé que voy a recordarte por el resto de mi vida, espero algún dia, deje de dolerme tu recuerdo
 Quizás, sea una idiotez, quizás todo esto no tenga ningún sentido, seguramente nunca lo entiendas, porque ni siquiera te dejo esa posibilidad.
 Pero necesitaba decírtelo, que lo sepas, necesitaba contarte antes de sacarte totalmente de mi vida. Entiendo, también, que nunca vayas a leerlo, pero, escribirlo es una forma de sacarlo, de estallar, y necesito estallar con vos.
 Necesito decirte, que sepas que te amaba, necesito abrazarte, despedirme, 

morirme un poquito con vos.

viernes









Sigo dando vueltas por la ciudad
a veces son estrellas y otras mar
las calles escaleras a ningún lugar
y es dificil viajar con tanto caudal
la luna se ríe y quiere llorar
la constelación fría me quiere llevar
y yo me enriedo con tanta razón

a veces encuentro atajos azules
pero solo quiero paisajes de nubes
y sigo dando vueltas por este callejón
en este mundo viejo que nadie escarvó
yo me pregunto a dónde voy
(yo me pregunto a dónde irás)

Hay tantas salidas que parecen mentir
solo espero encontrarme alla
y así poder sentarme a descansar
despertame mañana que hoy me quiero ir
dejame un ratito viajando por ahí
que estoy muy adentro y es dificil ver
las puertas se cierran para volverse a abrir


no te preocupes, ya voy a salir
(no te preocupes, ya vas a salir)
 



(pintura de  Melom)

Estoy un poco cansada de que mi cabeza se detenga en lo mismo, una y otra y otra vez. Me siento hasta un poco imbécil por caer en el simplismo de la falta y la necesidad, de las cartas rosas del periódico más banal, del llanto promiscuo ante la envidia del amor correspondido y ajeno, la repulsión ante las palabras más triviales y cursis, pero el anhelo escondido de que me sean dichas
Te extraño, la puta madre, te extraño
ojalá no tuviera que andar gastando tinta en escribir esto, pero mi cuerpo se ha colmado de tanto sentimieno aplastante que bueno…la única forma es que quede en el cuaderno… vos fijate. Y no quiero extrañarte, no quiero sentir esto que invade cada extremidad de mi cuerpo, cada recoveco, y que lo paralizan, porque sí, el extrañar me paraliza, me desgarra, me horizontaliza y hasta me quita el hambre. Me hace sentir tan vacía, porque no es solo por extrañarte, sino que ese es el puntapié inicial a un compendio de sentimientos que no puedo sobrellevar y que como tormenta arrasan con todo, con cualquier tipo de raciocinio y entonces no puedo, no puedo nada, y una cosa lleva a la otra, y lo único que me dejan es este vacío, esta nada, este sentirme tan inútil, tan inútil este desgarro, este sentimentalismo enceguecedor.
Pero no puedo, no puedo hacer otra cosa mas que vivirlo, y vivirlo con todo el cuerpo, la mente, el corazón, el estómago, la cabeza, la garganta, y me raspa el paladar y me colma los ojos que empiezan a desbordar, tan imcomprensibles, tan desconcertadas todas y cada una de mis partes.
Es incomprensible como este sentimiento desgarrador e infantiloide me atreviese de tal manera que acabe con todo lo demás, con toda esta vida y me deje tan sin ganas, tan resignada, tan fría,  tan endeble, tan débil, tan pequeñita.
Porque no puede ser así, entendés, no puedo seguir con esto, no con tanto por ver  alrededor, pero no puedo, esto se come todo.
       No puedo seguir sabiendo que  tu desamor me desdibuja

miércoles

hay dias en que la sensación de soledad es demasiado agobiante


(demasiado desgarradora)

viernes

los cuadernos no se llenan,
se habitan

miércoles

quiero abrir tus ventanas
cortar los alambrados
ver detrás de las murallas
cruzar esos puentes
patearte las puertas
prender todas las luces
hablar en voz baja
y gritarle a tus paredes

y espero que esta vez, no sea el eco de mi voz el que responda

martes

Me dí cuenta de algo, sí, bueno, quizás es tarde para vos. Pero no, no lo es, todo tiene un proceso, y el mío lo tuvo hasta hoy, con todo lo que eso conlleva, pero hasta hoy.
¿Vos podés decirme cuándo es tu hoy?
Bueno, a mí me llevó hasta hoy entenderlo, y ya no importa si para eso pasaron dias, meses, años, una, dos, miles de personas, paisajes y situaciones, llantos y risas, poque tengo el hoy, y necesité de todo este tiempo para tenerlo bien de la mano.
Este hoy que dice no más del ayer, el hoy con una certeza, al menos una, y que cambia, no el pasado, pero que viene a resignificarlo.
 Y el hoy trae palabras, preguntas, muchas preguntas, búsqueda de respuestas. Mi hoy quiere entender y no quiere callar.
El hoy viene con mucho ruido.                                                                                           Hoy supe que no quiero seguir arrepintiendome del silencio, sino, si de algo he de arrepentirme quizás es del sonido mal tocado. Por eso este hoy me trajo todos los por qués de cuando me atrevía a desperdigarlos sin ton ni son, toda la tranquilidad de poder entender puntos de vistas ajenos incomprensibles, me trajo también el coraje para agarrar la mano  cuando quieran voltear sin decir chau y  un puñado de besos que arrebatadamente nunca me animé a dar.
El hoy también me quitó un poco los prejuicios de los actos impulsivos, y me alivianó el peso al dejar atrás las explicaciones que nadie me pidió. Me aligeró de mis orgullos, se llevó las máscaras, se robó todas mis frases bien ordenadas y cordiales, y el miedo al decir.
(El hoy, arregló los hilitos que sostenían mi cabeza, para que no ande más gacha aceptando cualquier cosa ajena)
También, y esto lo dejo yo por convicción, en el pasado entierro el pensar en lo que sucederá y no actuar, y por sobretodo mi propia especulación ajena sobre lo que los demás creerán de  mis actos.


Y es hoy, en el que me siento, a tomarme un café, despojándome de las corazas de cristal, en este bar que inventé, a reconciliarme con mis viejos amantes. Sin buscar, en realidad, reconciliaciones sino últimas charlas, esas que nunca hubo . Esas respuestas que nunca hallé, ni hallamos, y esas preguntas que nunca hicimos porque era más fácil huir. Pero no hoy, hoy no quiero huir, hoy freno y te pido que vengas, y te sientes, con tranquilidad, que nadie viene acá a reprochar, ni a cambiar rumbos, simplemente a poder mirarnos a los ojos y a entender.

A entender, y a hacer este hoy, un poquito más liviano.